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miércoles, 14 de octubre de 2009

Luz Artificial en Hidroponía

Una de las formas de hacer hidroponía es por medio de focos que le den a las plantas la iluminación necesaria. Aunque esto quiere decir que hay que sacar una lana para electricidad, también te puede abrir mil posibilidades de las que tienes ahora, especialmente si vives en un lugar chico.

En EU, donde el cultivo de marihuana “casera” es muy común, tienen este asunto resuelto desde hace tiempo; hacen su “invernadero” en el sótano de su casa y tienen una fuente inagotable para echarse sus cigarrillos “de la verde”. De hecho, según los entendidos, la marigua hidropónica tiene mucho mejor calidad que la normalita.

En fin, siguiendo este éxito de los güeritos, bien puedes hacer tu propia instalación hidropónica dentro de tu casa para algunas plantas, suponiendo que tengas el espacio. Al contrario de lo que suena, es muy fácil y no se necesitan ondas raras.

Seguramente has visto instalaciones hidropónicas especiales donde se manejan focos de cierta intensidad con temporizadores y demás, pero recuerda que el ambiente comercial es muy distinto al casero, ya que ahí sí cuentan mucho las cantidades.

Para tu casa bien puedes utilizar un foco de 60 a 100 watts, colocado lo suficientemente cerca de la planta para que la ilumine bien, pero lo suficientemente lejos como para que no la queme. Si aparte consigues focos de los ahorradores, pues mejor.

Aquí solo toma en cuenta que hay que comprar focos que den “luz de día” y no luz blanca, como la mayoría lo hace. La luz de día tiene todo el espectro de colores que da el sol, por lo que la planta la puede utilizar para crear tejidos y hacer fotosíntesis.

Los focos de luz blanca, aunque iluminan bastante, no tienen todos los colores, por lo que una planta, aún cuando esté totalmente iluminada, no va a crecer bien y es probable que se quede enana y sin dar frutos o flores.

Tampoco te emociones diciendo: “si las plantas con 10 horas de luz crecen rápido, con 24 horas de luz va a parecer que las estiran, jeje”. Al igual que todos nosotros, las plantas requieren de un periodo de letargo para regenerarse, crecer y fabricar enzimas. Aunque parece que no hacen nada, ¡también se cansan!

La luz artificial en hidroponía es una opción para poco espacio o para aumentar la producción en meses en que la natural no está presente. Un poco más complicado que lo normal, pero si ya batallaste en hacer una instalación hidropónica, ¿que tanto rollo es poner un foco?

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jueves, 10 de septiembre de 2009

La Conductividad Eléctrica

Una de las ondas domingueras que vas a ver mucho en hidroponía es la conductividad eléctrica, o CE. Este parámetro, muy importante en algunos sistemas de cultivo hidropónico, te puede servir para muchas cosas y no es tan complicado como parece en un principio.

Cuando era niño, una de las advertencias que me daban mis papás y muchas otras personas era que no me metiera con cosas eléctricas cuando estuviera mojado, so pena de quedarme “pegado”. Esto porque el agua conduce la electricidad y puede darte unos toques de miedo.

Ya más grande, resultó que el agua no conduce la electricidad; lo que hace al agua un buen conductor es la cantidad de material disuelto que tiene. Y es en este punto donde puedes hacer cálculos con la solución nutritiva y con la calidad del agua que tengas para tu cultivo hidropónico.

Dado que la solución nutritiva no es más que agua con un montón de cosas disueltas, puedes, por medio de un medidor, saber más o menos cuanto fertilizante disuelto tienes en tu solución nutritiva. Con esto, puedes saber cuando la solución está muy concentrada o, por el contrario, le faltan nutrientes.

Las lecturas de conductividad eléctrica te pueden dar una idea de cuanto fertilizante tiene la solución nutritiva que estás utilizando en tu cultivo hidropónico.

Las plantas utilizan el agua de muchas maneras, no solo para crecer o crear tejido. Al igual que nosotros, las plantas se refrescan con agua cuando hace mucho calor y la utilizan para llevar nutrientes y eliminar desechos. Es por esto que la planta consume más agua que nutrientes.

Si estás utilizando un sistema hidropónico que recicle la solución nutritiva, vas a tener que estar agregando agua que se evapora o que utiliza la planta para otras cosas que no son crecer o dar frutos. Con esto, vas a diluir la solución nutritiva porque la planta también ocupa nutrientes. Si tienes un medidor de conductividad eléctrica, puedes ir tanteando cuando y cuanto nutriente adicional va a necesitar tu cultivo.

Por ejemplo, si tu solución nutritiva marca 250ppm cuando haces la solución, quiere decir que, para que tu cultivo mantenga la misma calidad, vas a tener que mantener la misma conductividad durante todo el cultivo. Si, después de un par de días agregas agua y la solución baja a 150ppm, entonces hay que agregarle nutriente.

Aunque no es precisamente tecnología de punta, sí te puede servir para quitar un poco la incertidumbre e ir tomando notas de cuanto necesitas y como. Los cultivos hidropónicos pueden dar una gran producción pero, como todo, es mejor darles todas las ventajas que puedas para asegurar una buena cosecha.

Tener el control sobre los nutrientes en hidroponía es una bendición, pero también trae su pequeño inconveniente: hay que saber controlar el tipo de cultivo hidropónico para poder producir mejor. NFT, Ebb and Flow, raíz flotante y otros sistemas que reciclan la solución nutritiva tienen el potencial de darte más rapidez en el crecimiento y mejor producción, pero requieren más atención.

A fin de cuentas, de eso se trata la hidroponía: poner atención y controlar las plantas para que te den lo que quieres.

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martes, 28 de julio de 2009

¿Compro Semillas O Las Saco?

Esta ha sido una pregunta que han hecho mucho cuando se trata de hidroponía. Bueno, de hecho, cuando se trata de cualquier cosa que tenga que ver con sembrar, pero bueno, en este blog se trata la hidroponía. ¿Uso semillas de las frutas y verduras que compro en el super o tengo que comprar semilla certificada?

La respuesta, como muchas otras cosas en hidroponia, es depende. Ninguna es enteramente mala y ninguna es enteramente buena; todo depende de las circunstancias. Para no decir cuál es la buena, voy a poner las 3 opciones: semillas de los frutos, sobrecitos de la tienda o semilla certificada.

Sacada de frutas y verduras. Esta es la forma más fácil y barata de obtener semillas; de todos modos, ya compraste y te comiste todo y las semillas, normalmente, siempre van a la basura. La desventaja de este método es que difícilmente vas a saber de donde salieron las semillas. Con los actuales métodos de distribución, bien puedes tener un tomate que se sembró 5,000 kilómetros al sur de tu localidad, con otro clima y otras circunstancias. Otra cosa es que puede haber estado congelada o almacenada por mucho tiempo y eso afecta cuantas semillas van a germinar.

Este método es bueno para empezar; siembra todas las que puedas y fíjate cuanto tardan en germinar, crecer y florear. Todos esos datos son muy importantes para cuando quieras hacer cosas más avanzadas.

Sobres de semillas. Estas son semillas preparadas, muchas de ellas certificadas, que tienen un gran porcentaje de germinación y seguramente te darán plantas sanas y fuertes. Aquí solo es cuestión de buscar la variedad que más te guste y seguir las instrucciones, que normalmente vienen en la parte de atrás, de como sembrar, regar y demás. Esta es la opción más rápida y, aunque tiene un pequeño costo, bien vale la pena. Checa la fecha de caducidad para que no te lleves fiascos.

Usa este método cada que puedas; siempre será mejor que estarle adivinando a las semillas de frutas que compraste.

Semilla certificada. Este es el mejor. Las semillas normalmente vienen en empaques sellados al vacío y con varias características especiales para proteger las semillas. Algunas de estas plantas son híbridas y tienen muchas mejoras en cuanto a la resistencia al clima extremo, las plagas y la falta de agua.

Esta es la mejor opción, pero también es la más cara y engorrosa. Tienes que buscarlas (no las venden en cualquier lugar) y comprar normalmente una libra o más, lo que te deja muchas semillas sobrantes (a menos que seas un productor grande) y sale caro.

Esta opción la dejaría para cuando tengas más experiencia en hidroponína y puedas llevar a buen término tus semillas. Si estás empezando, las plantas pueden sobrevivir bien, pero no vas a poder sacarles todo el potencial que tienes y por el que pagaste.


El asunto es que empieces cuando antes. Semillas puedes sacar de todos lados y la experiencia para sembrar solo la puedes sacar sembrando. Parte de tener un cultivo hidropónico es empezar con el pie derecho con la siembra.


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jueves, 25 de junio de 2009

Arena Como Sustrato

Cuando inicié en hidroponía, estaba en una ciudad con playa, así que pensé inmediatamente en usar arena como sustrato. Así que ahí voy a la playa y traje un par de cubetas para poner mis almácigos.

Usar arena resultó bastante rápido. Es fácil de acomodar, fácil de conseguir y las semillas germinaron bien y en poco tiempo. Sin embargo, conforme hice algunos experimentos, me di cuenta de que tiene varias desventajas, dependiendo de que tipo de arena tengas y donde la utilices.

¿Gruesa o fina?
La fina arena del mar puede verse muy bonita y sirve para hacer castillitos, pero es bastante mala para tener plantas hidropónicas. En primer lugar, si la mojas se compacta, al punto de casi hacer una piedra. Un tomate que creció en arena fina estuvo muy por debajo de sus hermanitos que crecieron en tezontle, así que es fácil ver que no es el mejor sustrato para que crezcan las plantas. Cuando utilicé arena más gruesa, mejoraron un poco los resultados. Otra cosa es que si la empapas, prácticamente se convierte en agua, al menos en lo que se drena el recipiente que tengas. Esto hace que las semillas prácticamente salgan flotando y, si ya hay plantas, que las raíces pierdan su ancla.

Así que si vas a usar arena, utiliza arena gruesa; con las finas tendrás varios problemas, aunque se ve chistoso como flotan las semillas hacia arriba.

Sistema de riego
Aquí solo funciona el riego por goteo. Cualquier otra cosa como aspersión, mechas, ebb&flow y demás se llevaran todo el sustrato, además de que se filtra por los agujeros de drenaje. También solo puede manejar sistemas hidropónicos abiertos que no reciclen la solución nutritiva, ya que es muy difícil recuperarla sin un montó de arena adicional.

Otras cosillas
Cuando se seca, prácticamente se vuelve polvo y es muy fácil que se la lleve el viento, por lo que pronto tu casa, tubos, bombas y demás estarán cubiertas de arena. La diferencia con el polvo normalito es que la mayoría de éste es soluble en agua, pero el arena no; quedará para la posteridad.


Para ser justos, he utilizado arena durante mucho tiempo en almácigos y es excelente (la gruesa). Desde hace mucho utilizo perlita para mis ondas de hidroponía, pero empecé con arena y tuve buenos resultados.

Así que si tienes acceso a grandes cantidades de arena y es barata y fácil de transportar, te dará buenos resultados si tomas en cuenta los puntos anteriores. Hay muchas instalaciones hidropónicas que utilizan arena y les va bastante bien.

También considera que el tipo de planta influye; hay algunas que parecen estar hechas para hidroponía y otras que se ponen muchos moños para crecer así. Como en muchas cosas, es cuestión de ir probando, así que empieza cuanto antes a hacer tus pruebas; verás que los resultados son rápidos y tendrás plantas cuando menos te lo esperes.


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lunes, 1 de junio de 2009

Un Almácigo Acuático De Bajo Costo

En la entrada de evita el estrés del trasplante, comenté acerca de sembrar las semillas en el contenedor en el que van a crecer, en caso de que aplique para tu sistema de hidroponía. Obviamente, esto no puedes utilizarlo en muchos casos. Por ejemplo, en un sistema comercial, es prácticamente imposible cuidar todas las plantas en su contenedor, además de que no sería costeable. Tener las plantas durante un mes en un almácigo es mejor y más barato que querer ahorrarse unos días.

Sin embargo, en ambientes caseros, las cosas cambian, ya que normalmente puedes darle un poco más de atención a tus plantas. En el caso de un sistema de riego hidropónico que utilice vasitos (como este), es bueno tener un iniciador para evitar que las plantas pierdan tiempo recuperándose de trasplantes.

Este lo hice con un bote que compre por 1 dólar, una placa de unicel y vasito de los de gelatina para fiestas. Aunque depende mucho de lo que consigas, hacer un iniciador de estos es muy barato. Solo hay que agujerar los vasitos, poner una esponja para que haga de “fondo permeable” y sembrar tus semillas. En cuanto germinen, empezarán a crecer y a formar raíces que se integrarán con la esponja. Cabe mencionar que es mejor tener un contenedor cuadrado para aprovechar el espacio, pero que quieres, no tenía otra cosa a la mano...

En poco tiempo, vas a tener las plantas con su sistema radicular (raíces) bien hecho y que han crecido en un ambiente hidropónico desde el principio. De aquí, en cuanto tengan el tamaño adecuado, solo es cuestión de pasarlos al sistema en donde terminarán de crecer.

Esto aligera mucho el trabajo, ya que el ambiente de raíz flotante en el que se empiezan a desarrollar le tiene suficiente humedad a las plantas, por lo que se te puede olvidar el asunto de regar. Solo es cuestión de oxigenar de vez en cuando el líquido para que no se te ponga feo, pero como es bastante (aproximadamente 20 litros) y las plantas son pequeñas, con una vez al día que le des una sacudida tendrás todo bien. Yo le pongo una bomba de pecera para evitarme la fatiga.

En fin, la hidroponía es cuestión de imaginación. Apréndete las reglas básicas y con eso puedes inventar lo que quieras.

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