En lugares templados o calurosos, hacer hidroponía se puede poner un poco difícil, especialmente cuando quieres tener plantas que son medio sensibles al calor y a las asoleadas, como la lechuga. Aquí el frío se pone bastante pesadito, pero en mi natal Tampico, cerca de la costa, rara vez baja de 10 grados.
Así que si estás en algún lugar que no enfríe tanto como por acá en Nuevo León, esta época es la que más te va a servir para sembrar lechugas y no tener plantas todas chotas porque les dio el sol. Claro que no van a estar a todo lo que dan, ya que requieren de luz solar y ésta época no da mucho de eso, pero hay dos ventajas:
Salen rápido. Las lechugas pueden estar aproximadamente en un mes. Sí , van a estar chiquitas pero considera que no van a crecer mucho en invierno. Así te las puedes dar de “gourmet” y comer lechugas “baby”, que por cierto están bien caras en el super.
Acompañan todo. Y aparte apantallas a tus cuates. Lo que llamo las “lechugas de invierno” siempre son pequeñas y las sacas cuando están todavía chicas, pero están tiernas, tienen un mejor sabor (para mi gusto) y no requieren de mucho cuidado, ya que no hay muchas plagas dando lata.
En fin, no pierdes nada con probar, al fin que las lechugas no ocupan mucho espacio y no hay que estar haciendo tutores ni nada por el estilo. Claro que se te enfrían las manos cuando sales, pero bueno, quién te manda hacer hidroponía.
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