La respuesta, como muchas otras cosas en hidroponia, es depende. Ninguna es enteramente mala y ninguna es enteramente buena; todo depende de las circunstancias. Para no decir cuál es la buena, voy a poner las 3 opciones: semillas de los frutos, sobrecitos de la tienda o semilla certificada.
Sacada de frutas y verduras. Esta es la forma más fácil y barata de obtener semillas; de todos modos, ya compraste y te comiste todo y las semillas, normalmente, siempre van a la basura. La desventaja de este método es que difícilmente vas a saber de donde salieron las semillas. Con los actuales métodos de distribución, bien puedes tener un tomate que se sembró 5,000 kilómetros al sur de tu localidad, con otro clima y otras circunstancias. Otra cosa es que puede haber estado congelada o almacenada por mucho tiempo y eso afecta cuantas semillas van a germinar.
Este método es bueno para empezar; siembra todas las que puedas y fíjate cuanto tardan en germinar, crecer y florear. Todos esos datos son muy importantes para cuando quieras hacer cosas más avanzadas.
Sobres de semillas. Estas son semillas preparadas, muchas de ellas certificadas, que tienen un gran porcentaje de germinación y seguramente te darán plantas sanas y fuertes. Aquí solo es cuestión de buscar la variedad que más te guste y seguir las instrucciones, que normalmente vienen en la parte de atrás, de como sembrar, regar y demás. Esta es la opción más rápida y, aunque tiene un pequeño costo, bien vale la pena. Checa la fecha de caducidad para que no te lleves fiascos.
Usa este método cada que puedas; siempre será mejor que estarle adivinando a las semillas de frutas que compraste.
Semilla certificada. Este es el mejor. Las semillas normalmente vienen en empaques sellados al vacío y con varias características especiales para proteger las semillas. Algunas de estas plantas son híbridas y tienen muchas mejoras en cuanto a la resistencia al clima extremo, las plagas y la falta de agua.
Esta es la mejor opción, pero también es la más cara y engorrosa. Tienes que buscarlas (no las venden en cualquier lugar) y comprar normalmente una libra o más, lo que te deja muchas semillas sobrantes (a menos que seas un productor grande) y sale caro.
Esta opción la dejaría para cuando tengas más experiencia en hidroponína y puedas llevar a buen término tus semillas. Si estás empezando, las plantas pueden sobrevivir bien, pero no vas a poder sacarles todo el potencial que tienes y por el que pagaste.
El asunto es que empieces cuando antes. Semillas puedes sacar de todos lados y la experiencia para sembrar solo la puedes sacar sembrando. Parte de tener un cultivo hidropónico es empezar con el pie derecho con la siembra.
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